10 consejos para sobrellevar un tratamiento de fertilidad
Se que no estamos para más esperas y que estamos hasta el moño, así que aquí vamos a ir al grano.
Tanto si es tu primer tratamiento de reproducción asistida (TRA) como si no, aquí van unos consejos que a mí me han funcionado. Elige los que te sirvan, cada una somos un mundo, y haz tu propia medicina. ¡Empezamos!
1. Observa y cuestiona tus pensamientos negativos. No te los creas, no son reales. Los pensamientos son los que generan nuestras emociones y crean nuestra realidad, así que ojo con dónde estás poniendo tu atención. Puede que se revelen un poco al principio cuando los empieces a cuestionar, pero tu persiste. Habla con ellos, diles que no te están ayudando y pídeles que se vayan. Agradéceles su preocupación por ti, pero ahora no es momento de más angustia y miedo. Ahora necesitas aliados que te den energía y te apoyen. La buena noticia es que tienes el poder de elegir, así que cada vez que venga uno de visita, péscalo, que no se cuele, le dices adiós y respiras. Respiras mucho, despacito, y dejas que se vaya yendo…
2. Haz ejercicio. Da igual si eres deportista o no, tú muévete. Al liberar endorfinas tu estado de ánimo cambia y ves todo un poco más liviano, así que cada día dedica un ratito a mover tu cucu. Baila, haz yoga, corre, pasea, lo que sea…y si es algo que te guste hacer, pues mejor 😉
3. Aliméntate sano para sentirte bien y elevar tu energía. No es momento de tarrina de helado en el sofá, ¡ya bastantes lloreras nos provocan las hormonas! Todas sabemos cuáles son los alimentos sanos, así que por ahí van los tiros. No es estar a dieta, es comer variado sobre todo de los alimentos ricos en betacaroteno (los de color naranja, como el mango, el melón, la calabaza, la zanahoria…), frutos secos, cereales integrales, legumbres, vitaminas y antioxidantes (naranja, limón, espinacas, coliflor..), grasas de las buenas, como la que tiene el pescado azul o el aguacate, y pipas de calabaza, tanto para él como para ella, que por lo visto son la monda lironda para la fertilidad.
4. Crea. Saca tu lado creativo y artístico a relucir. No te pares a pensar si se te da bien o mal, la cosa es hacerlo y liberar así emociones. Atrévete a expresarte. Canta, escribe, dibuja, pinta, haz ganchillo… Todas somos creativas aunque pensemos que no, y no olvides que la energía creativa es la misma que la energía de la creación, ¡y ésta queremos activarla a tope!
5. Socializa, toma el sol y diviértete, aunque sea con mascarilla y litros de gel. A veces cuesta o no apetece, sobre todo si llevas un largo camino, pero no puedes centrarte sólo en esto, hay que diversificar. Ya es bastante rollo el proceso como para encima estar metida en casa, así que intenta echarte unas risas de vez en cuando y airearte con gente que te de buen rollo. ¡Sal y ponte guapa! Y si es de día mejor, así te da el sol y cargas pilas.
6. Medita. Esto quizás te puede echar para atrás si no lo has hecho nunca o si lo has intentado antes sin demasiado éxito. Da igual, tu inténtalo de nuevo. A lo mejor ya no eres la misma de antes y ahora sí es el momento. No hace falta hacerlo “bien” porque no hay una forma concreta de hacerlo. Puedes cerrar los ojos, centrarte en tu respiración y cada vez que te venga un pensamiento, que será aproximadamente cada 2 segundos, lo dejas pasar sin engancharte a él. Después de unos minutos puedes hacerte un “escáner corporal”, recorriendo mentalmente tu cuerpo, y donde encuentres alguna sensación de molestia u opresión, párate ahí. Quizás haya un mensaje, o quizás no, pero sigue respirando despacito concentrada en ese punto hasta que se vaya liberando. Muchas veces las emociones se quedan contenidas en determinadas zonas u órganos…De lo que se trata es estar un rato cada día en silencio y contigo misma, ¡y a ver qué sale! No hay objetivo, lo bonito es dejarse sorprender por el camino.
7. Gratitud por todo lo que sí tienes en este momento. Este ejercicio a veces te hace poner en perspectiva tu situación, que sí, es muy dura, pero también eres tremendamente afortunada por tener otras cosas que das por sentado. Haz una lista mental cada mañana al despertar de 10 cosas por las que te sientes agradecida. Esto te permitirá empezar el día con otro ánimo.
8. Sexo. Aquí lo dejo. Se que estás aburrida del sexo programado, de las tiras de ovulación, de los pinchazos y de las esperas, pero esta es una buenísima manera de liberar tanta tensión, sola o acompañada, ¡lo que más te apetezca!
9. Respeta tus emociones. Ya se que todos los consejos que te he dado hasta ahora son para elevar el ánimo, pero también es muy importante darse el permiso de estar como estés. Sabes que hay días o momentos mejores y peores. Hay ratos de llorera y de no ver la luz y hay otros en los que sacas fuerzas de flaqueza y estás más positiva. Así que ya sabes que después de la tormenta siempre, siempre, siempre, llega la calma. Cuando necesites llorar, llora, cuando necesites gritar de frustración, grita. No pasa nada, todo está bien. Lo que no está bien es guardárselo dentro porque se acumula y se hace más grande. Acúnate, mímate y sobre todo ten paciencia y confianza en tu camino.
10. Pide ayuda. No te cortes, cuéntaselo a tu amiga, a tu madre o a tu gato, pero recuerda que el poder de la palabra es sanador. Cuando sacamos y expresamos lo que tenemos dentro, las cosas se van organizando en nuestra mente y eso nos da claridad. Compartir hace que el peso sea más ligero y llevadero, y sobre todo te hace sentir acompañada. Yo misma he pasado varias veces por tratamientos y ahora me dedico a acompañar a mujeres que están pasando por ello. No estás sola, así que si tú quieres, yo te acompaño.
SOPLA Y CONFÍA
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