Desconectar para conectar
Ahora que ya sabéis cómo empezó esto, os sigo contando.
Antes de nada, para los que me habéis preguntado si la esclerosis tiene implicaciones a la hora de quedarme embarazada, la respuesta es no, gracias a dios. A día de hoy mi doctora no me ha puesto ninguna pega, es más, me ha animado a ello, y en principio tengo las mismas posibilidades de que suceda que si no la tuviera, así que por ese lado, todo bien.
Lo que sí influye es que yo no soy la misma, y las circunstancias tampoco, y ahora no me resuena absolutamente nada la idea de tener que someter a mi cuerpo a un tratamiento de fertilidad agresivo. No es como la primera vez. Esta vez haré absolutamente todo cuanto esté en mi mano, como hice la primera, pero no seré madre a toda costa, no pasaré por encima de mi salud. Ahora tengo la responsabilidad de cuidarme para poder cuidar de mi hijo, y mi cuerpo no necesita más tralla, necesita calma y fluir con lo que vaya trayendo la vida.
Esto lo sé porque he estado escuchándome estos últimos meses bastante más de lo que he hecho en toda mi vida. Cuando tuve el brote del ojo me hacía daño mirar pantallas, así que no pude usar el móvil, el ordenador, ni ver la tele durante un tiempito. Dejar de mirar hacia este tipo de objetos me obligó a prestar atención a otras cosas, básicamente a las que han estado ahí desde siempre, accesibles a todos: pasear, charlar, bailar, escuchar música, escuchar a otros y escucharme a mí. Sin Whatsapp, Instagram o Netflix de repente se abrió un mundo nuevo en el que había mucho más tiempo, y sin saber cómo, poco a poco, fruto de esa desconexión del mundo, me conecté conmigo misma y volví a lo esencial, a la personas que quiero y a mi misma. Descubrí que no necesitaba realmente nada de fuera, que tenemos todo lo importante dentro de nosotros….Darme cuenta de esto fue mi preciado regalo en uno de mis momentos más difíciles. Esto es a lo que yo llamo cambiar el enfoque, y es lo que intento transmitir a través del proceso Dandelion
A veces la vida te lleva por unos derroteros indeseados, a veces te asusta, a veces te mantea, y a veces te revuelca…tarde o temprano a todos nos llega el momento. Mantenerte flexible y confiar te permite transitar un camino menos desgarrador, incluso me atrevería a decir que transformador, y quién sabe, llamadme loca, pero lo mismo a veces la situación más puñetera te puede regalar algo mágico. Pero es un camino que hay que recorrer, vivir y sudar por uno mismo, y quizás, una vez transitado, al volver la vista atrás (como decía Machado), es cuando uno lo alcanza a entender.
Y mientras…¡a soplar y confiar!
CONTACTO
Escríbeme y me pondré en contacto contigo muy pronto.
0 comentarios