Es verdad que yo ya no tengo la incertidumbre de si alguna vez llegaré a ser madre, que es lo que según mi opinión más miedo puede generar  una mujer que desea tener un hijo, pero sí que siguen estando el resto de situaciones, de esperas, de esperanzas, de miedos, de conjeturas, de cálculos, de médicos, de decisiones, de suplementos, de pensamientos…Hay infinitas piezas que las mujeres, y entiendo que muchos hombres, tenemos en la cabeza cuando el camino de convertirnos en padres no resulta ser lo fácil, romántico y bonito que uno espera que sea, o por lo menos, que uno reza porque sea.

Y digo reza porque hoy en día todo el mundo tiene a alguien cerca que ha vivido una experiencia así o que la está viviendo, si es que no eres tú la que la está viviendo. Y es que un 25% de las mujeres en España que se están sometiendo hoy a algún tipo de tratamiento de fertilidad y 1 de cada 6 parejas tiene problemas para conseguir un embarazo. Estas cifras son un drama.

Yo pienso que igual que hay muchos casos de cáncer y otras enfermedades, hay cada vez también más infertilidad. No creo que se deba simplemente a que nos apetezca ser padres a una edad mucho mayor, que también, sino a un cóctel molotov llamado “sociedad en la que vivimos”. Respiramos mierda, comemos bastante mierda, vamos a un ritmo frenético, vivimos estresados y muchos jóvenes no tienen posibilidad de acceso a una vivienda o sueldo digno. Así que hoy en día cuando alguien decide que es el momento de buscar un bebé, normalmente ya no suele estar ni tan sano como un roble ni tan fresco como una lechuga. Pero es lo que hay, es el lugar y la época que nos ha tocado vivir.

A mi ningún ginecólogo me pidió un análisis de la hormona Antimülleriana para ver cómo tenía la reserva ovárica, con lo fácil que hubiera sido, y nadie me contó hasta que no fui a las clínicas de reproducción que la gráfica de tasa de embarazo a partir de los 35 años parecen la de Wall Street el día que quebró Lehman Brothers. Creo que es realmente importante que se conozca esta lacra social, que salga a la luz, y luego ya que cada uno decida qué hacer con la información. Porque aunque en muchas ocasiones no hay problemas para concebir, por desgracia en muchas otras ocasiones sí, y quizás alguna se podría haber evitado.

Las clínicas de reproducción crecen a un ritmo brutal, la seguridad social cada vez invierte e invertirá más en reproducción asistida, los fondos extranjeros compran las clínicas españolas y no dejan de invertir aquí. Por algo será… Tenemos la suerte de estar en un país puntero en este tipo de tratamientos, pero por otro lado también es una industria muy lucrativa, y quizás no interesa tener una sociedad más informada y preparada en el mundo de la fertilidad. Ahí lo dejo…

Nunca pensé que convertirme en madre iba a hacerme crecer en tantos aspectos. Me imaginaba que una vez siendo madre, sí, pero previamente a ser madre a mi se me desmoronó el mundo y lo reconstruí, y me reconstruí a mí misma también. Encontré mi misión, la de acompañar a las mujeres que tenían que pasar por lo mismo que yo pasé, porque juntas somos más fuertes, y así nació Dandelion.

Solo puedo decir a las guerreras que están ahora mismo viviendo un tsunami parecido, que no lo viváis en soledad, que gracias a dios cada vez hay más acompañamiento y que este camino tan doloroso puede ser también enriquecedor y transformador, según el enfoque que le des. Que lo que no mata te hace más fuerte, y aunque a veces la fuerzas flaqueen y pienses que no vas a volver a estar feliz ni sonreír como antes, no es cierto…¡claro que lo vas a conseguir!. Te lo dice una que ha estado ahí.

FERTILITY & LIFE COACH

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